Registro de conducta y contrato.
Mi alumno presenta varias conductas que queremos trabajar y
cambiar, pero la primera que hemos elegido tiene que ver con su conducta
durante el tiempo de relajación. Todos los días después del recreo, entramos en
clase, se asean y a continuación se tienden en la colchoneta para relajarse,
durante 15 minutos. Justo después de la relajación, mientras escribo en las
agendas y la monitora cambia a los que todavía no controlan esfínteres, tienen
otro cuarto de hora de juego libre. La conducta problemática se da porque este
alumno nunca permanece tendido o sentado, y mientras está sonando la música
relajante siempre hace sonidos, o grita. También salta y muchas veces cae
encima de sus compañeros, con lo cual los demás que más o menos, consiguen
relajarse, terminan llorando o imitando algunas conductas. Distorsiona el
ambiente de relajación. Para mejorar esta conducta pegamos en el rincón de
relajación una serie de pictogramas para que visualmente entendiese como tiene
que permanecer, ya que explicándole no conseguíamos nada.
De esta forma antes de comenzar con la relajación, repasamos
con todos las normas, pero depende del día las cumple, o no.
Así que el siguiente paso fue la elaboración de un contrato
visual, el cual adjuntamos a continuación:
El contrato es el siguiente: después de la relajación, puede
coger el ordenador, pero para ello tiene que realizar todos los pasos que
aparecen en pictogramas. De la misma manera que hacíamos antes, comenzamos la
sesión repasando esta norma. Las tres veces que la hemos llevado a cabo nos ha
funcionado, porque el premio es inmediato. Hay momentos en los que le hemos
tenido que recordar y señalar por ejemplo que esté tendido, pero el principal
objetivo es que permanezca en silencio y que no de saltos sobre sus compañeros.
Topografía o forma: Hacer ruidos y dar saltos sobre sus compañeros, durante la
relajación.
Función: Creemos que es el momento en el que al estar todos en silencio y la
música ser muy relajante, los sonidos que hace se escuchan más, y a él le gusta
escucharse. Muchas veces sube el volumen y se ríe. En cuanto a los saltos, hay
un espejo justo en frente de la colchoneta de relajación y cada vez que hace
algún movimiento se mira y sonríe, también cuando grita. El espejo lo tapamos
cada vez que comenzamos la relajación.
Antecedentes: El alumno se coloca en la colchoneta para la relajación y
ponemos la música.
Conducta: El alumno comienza a hacer ruidos y va subiendo el volumen. Además
comienza a saltar sobre sus compañeros, haciéndoles daño en muchas ocasiones.
Consecuencias: Se le sienta explicándole que no puede hacer la relajación
y que no va a poder usar el ordenador.
Evidentemente, tras hacer el contrato nos hemos dado cuenta
que no servía de nada explicarle que ya no seguía con la relajación, porque muchas
veces el intentaba volver. Además cuando la sesión acababa nos pedía el
ordenador, con lo que nosotras contestábamos que no por su conducta. Tras
analizar todo lo que acontece a la conducta problemática, también hemos
deducido que no le gusta este tipo de música y por ello actúa así.
Con el contrato visual, hemos conseguido que de forma
positiva, vea que si realiza bien las diferentes normas puede conseguir su
premio.
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