¿Cómo es mi alumno?

Mi alumno es un niño con NEE, diagnosticado con trastorno generalizado del desarrollo no especificado. Tras su escolarización y después de varios meses de seguimiento se observa la necesidad de su incorporación al aula específica de educación especial, para lo que se acude al EOEE en TEA actualizando su informe de evaluación psicopedagógica y dictamen.
Se registran en el momento de la evaluación, competencias cognitivas que sitúan al niño entre los 2 y 3 años de edad. Las competencias motoras también lo situaban en torno a los 3 años, destacando autonomía en los desplazamientos y exploración en los espacios y los objetos, bajo una tendencia de inquietud motora. Le cuesta mucho el control de impulsos, estar tranquilo y seguir una actividad de relajación. En cuanto al desarrollo sensorial se constata cierta hipersensibilidad a sonidos reaccionando de forma desproporcionada tapándose los oídos.
Estaba afectada la capacidad tanto expresiva como comprensiva del lenguaje, sin desarrollar. Asimismo la capacidad relacional, interactiva y comunicativa. No se observa una adecuada intención comunicativa. Utiliza a los otros de forma instrumental para conseguir lo que quiere, sin señalamiento en ningún caso. Muy escaso, pobre e inestable contacto ocular. Muchas dificultades de atención conjunta.
Desarrollo social y afectivo. Deambulación, sin una finalidad concreta, inquietud motora, déficit de atención. Manías obsesivas de invariancia ambiental. Ni imitación, ni juego simbólico y con rituales. Juega en paralelo con otros niños y solo entiende la emoción de enfado. Se le han quitado los pañales y hace un uso adecuado del wc, verbalizando sus demandas.
En cuanto a su estilo de aprendizaje, está consiguiendo integrar ciertas secuencias de rutinas dentro del aula, empleando una agenda visual que el alumno sigue con interés para estructurar la secuencia de las tareas y actividades dentro de la jornada escolar. Requiere estar cambiando constantemente de actividad, ya que su tiempo de atención es mínimo. Para favorecer la comunicación estamos utilizando el apoyo visual de los pictogramas, señalando y haciendo uso de la verbalización siempre que sea posible.
Su nivel de competencia curricular actualmente, se sitúa alrededor del segundo ciclo de educación infantil, encontrándose más desfasado en el plano de la comunicación y el lenguaje y en el plano de su desarrollo socio-emocional.
Se trata de un alumno que requiere de atención y supervisión constante, por lo que se ha tenido que recurrir a la ayuda de una monitora. Tras el intento de escolarización en aula ordinaria con apoyos en períodos variables y el seguimiento del alumno se estima la conveniencia de su atención en aula específica en centro ordinario.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi aula, organización espacio-temporal

Adaptando instrucciones y enunciados.